La intervención social, en su búsqueda constante por generar cambios significativos y duraderos, se enfrenta a desafíos complejos. 

Si trabajamos la intervención social desde la tendencia al  “tareísmo” (planificar y señalar tareas a la persona usuaria) o el “asistencialismo” o incluso “mercantilización” de la intervención social, resulta complicado nuestra propia motivación como profesionales y la de las personas con las que trabajamos. Esto se alimenta con un ecosistema de trabajo donde los plazos de  intervención se acortan y son insuficientes para llegar a cambios significativos con la premura que requieren los objetivos.

Ante todo esto, nos preguntamos cómo motivarnos y cómo motivar a la persona que atendemos, siendo conscientes que  “motivar” no es conseguir que la persona manifieste sus deseos o dar ánimo. Tenemos que lograr que pase a la acción y acompañar en la adquisición de  hábitos que la impulsen hacia sus propósitos. Revertir muchas veces aquello que traen “aprendido” y ayudar a generar nuevos pensamientos y nuevas formas de interpretar lo que les acontece. Esta labor es compleja y muchas veces solitaria en el camino del profesional por este motivo surgió el curso de técnicas motivacionales en la intervención social y laboral, fruto de una amplia experiencia en el campo, que propone un acercamiento fundamentado en técnicas probadas para abordar estos desafíos y hacerlo en la comunidad de profesionales que forman el grupo formativo, con sus experiencias y saber hacer.

Para ayudarte a conseguir todos estos objetivos y nuevos enfoques, te invitamos a conocer más sobre el curso de técnicas motivacionales en la intervención social, así también, podrás ver los comentarios de participantes de ediciones anteriores. 

Conoce todos los detalles del Curso de Técnicas motivacionales en la intervención social y laboral.