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Eslabón - Asociación | CoworkingFormaciónLa evolución del rol del técnico de empleo: retos estructurales, miedos y demandas de futuro.

Dic

15

La evolución del rol del técnico de empleo: retos estructurales, miedos y demandas de futuro.

La evolución del rol del técnico de empleo: retos estructurales, miedos y demandas de futuro por Elena Ponte González. Responsable de Formación a Profesionales de Asociación Eslabón.

¿Cómo ha evolucionado realmente el puesto de Técnico/a de Empleo? Para responder a esta pregunta, hemos dado la palabra a los profesionales que día a día se enfrentan a un mercado de trabajo altamente competitivo y a la complejidad de los itinerarios personales. Sus respuestas son unánimes y contundentes. Si bien la revolución tecnológica exige dominar la IA (la formación más solicitada), la competencia imprescindible es la capacidad de Escucha Activa y Empatía, confirmando que el eje humano sigue siendo el motor irremplazable de este puesto. No obstante, este esfuerzo choca de pleno con la sobrecarga administrativa y la inestabilidad/precariedad laboral. Este artículo desvela la radiografía de una profesión que continúa siendo vital, poniendo sobre la mesa los retos, los miedos y las demandas de formación que definen el presente de la orientación laboral.

La orientación sociolaboral surgió a principios del siglo pasado con el objetivo de adecuar a los jóvenes a un mundo laboral transformado por la Revolución Industrial y el capitalismo. La institucionalización de la acción orientadora se dirigió al ámbito educativo, aunque inicialmente estaba asociada a la acción social para facilitar la integración laboral. Anteriormente, pensadores históricos como Sócrates y Montesquieu ya resaltaban la importancia del autoconocimiento y la libertad de elección profesional, respectivamente. Actualmente, nuestro trabajo de intervención se basa en una concepción sistémica y multicausal, en el que nuestro papel es el de ser facilitadores de emergencia de recursos y de empoderamiento de la persona.

El rol de Técnico/a de Empleo se encuentra en su siguiente encrucijada, en la IV Revolución Industrial. Por un lado, la revolución tecnológica (con la IA a la cabeza) exige una adaptación urgente y continua. Por otro lado, los desafíos internos (burocracia) y estructurales (precariedad/inestabilidad) amenazan con generar un desgaste emocional difícil de gestionar en los equipos. Nuestra reciente encuesta ha capturado esta profunda tensión: mientras la mitad de los profesionales claman por formación en tecnología y especialmente en Inteligencia Artificial, la competencia más destacada en la profesión es la “Escucha Activa y Empatía”, confirmando que el eje humano sigue siendo el motor irremplazable del puesto. Este artículo desvela la radiografía completa de una profesión vital que exige ser dignificada.

I. La realidad estructural: un puesto en tensión.

Los profesionales de empleo describen un entorno de trabajo marcado por la inestabilidad y la burocracia, factores que, según los encuestados, merma la calidad de su intervención.

Los encuestados denuncian la “sobrecarga administrativa” y la existencia de “objetivos muy alejados de la realidad” impuestos por programas diseñados por gente de despacho que “desconoce la casuística” de los colectivos vulnerables. Esta presión burocrática se traduce en una inevitable pérdida de calidad en la intervención, ya que resta tiempo al acompañamiento real de la persona.

Esta visión crítica se alinea con el análisis experto sobre las políticas de empleo en España, que insiste en medir la inserción laboral (cuantitativa) sin combinarla eficazmente con la mejora del capital humano y social (cualitativa), lo que genera objetivos irreales en el terreno.

Por otro lado, la precariedad es el principal miedo a largo plazo y el desafío más comentado. Los profesionales critican la inestabilidad de los contratos por proyectos y el salario insuficiente (especialmente en el Tercer Sector).

A esto se suma la preocupación por la falta de un perfil profesional claramente definido o una certificación específica. El sector es un “área de intervención en continuo cambio” con profesionales de distintas disciplinas. Esta amplitud, aunque enriquecedora, exige una mayor definición y profesionalización para combatir las “malas experiencias de las personas usuarias” que sienten el servicio como un “mero trámite” especialmente en los servicios públicos.

Contenido del artículo
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II. La esencia innegociable: el eje humano.

Frente a la tecnología y la burocracia, los encuestados han dejado claro cuál es su herramienta más poderosa: la Escucha Activa y la Empatía.

Esto refuerza el principio fundacional de la Orientación para el Empleo: es un proceso continuo a lo largo de la vida de la persona, centrado en el acompañamiento para el empoderamiento. Las respuestas de formación en Coaching demuestran que el técnico busca un modelo de aprendizaje transformacional, que logre cambiar la visión que la persona tiene del empleo a través de un estilo no directivo.

Además, el mayor miedo a largo plazo (el Desgaste Emocional o Burnout) subraya la intensidad de este eje humano, pues el técnico actúa como “el enlace entre la vulnerabilidad y la dignidad”, una carga que requiere una alta dosis de resiliencia y autocuidado (formación también muy solicitada).

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III. El futuro híbrido: la revolución de la IA.

El tercer gran eje es la urgencia por la adaptación tecnológica. Un abrumador 50% de las respuestas a la pregunta de formación se concentran en un único tema: la Inteligencia Artificial (IA) y las nuevas tecnologías.

Los técnicos de empleo no solo quieren saber qué es la IA, sino cómo aplicarla en la orientación, la búsqueda de empleo y la prospección. Esta demanda masiva implica dos conclusiones clave:

  1. Herramienta de Eficiencia: La IA se ve como un aliado que debe liberar tareas repetitivas (gestión administrativa, análisis de ofertas) para que el profesional pueda centrarse en lo que mejor sabe hacer: la Escucha Activa. Quizás esto nos libere un poco de la burocracia.
  2. Agente de Empleabilidad: El técnico debe dominar la tecnología para ayudar a la persona usuaria a mejorar sus condiciones de acceso y promoción en el mercado (empleabilidad), ayudándola a construir su marca profesional en un contexto de cambio permanente.

El futuro del Técnico de Empleo pasa por esta hibridación: utilizar la tecnología más avanzada para ser más humano, más eficiente en un mercado de trabajo altamente competitivo y menos burocrático.

En nuestra entidad llevamos más de 15 años desarrollando el Curso de Capacitación para Técnicos de Empleo, que va ya por su 18ª edición, donde respondemos a algunas  estas necesidades entre otras y compartimos estas reflexiones para dotar a esta figura de mayor calidad y relevancia en nuestro sector.

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